Devocional
1 Timoteo 3:16
por Andrés Chinchín

 

“Él se manifestó como hombre; fue justificado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido en la gloria” (1 Timoteo 3:16)

 

Estos versículos nos recuerdan que el pilar fundamental de nuestra fe no es un grupo o una creencia religiosa, sino Cristo Jesús mismo, quien se hizo hombre para sanar nuestra carne en su vida perfecta y ser nuestra salvación completa—santificación y justificación—es así que solo en unión con Cristo podemos tener vida eterna.

 

Para pensar:

 Recordemos que Jesús está presente en los santos sacramentos, por eso no dejemos de tomar parte en la cena del Señor, para así juntamente con el cuerpo de Cristo comer su carne y beber su sangre, y ser uno con él.

 

Oración:

Gracias Señor por la promesa de tu presencia en la santa cena; ayúdame a celebrarla con temor y reverencia, para así ser uno contigo y tener vida eterna.

Amén