Devocional
Lucas 8:40-56
por Andrés Chinchín

 

“Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí” (Lucas 8:46).

 

El acto mismo de tocar el manto de Cristo no parece ser algo extraordinario. Sin embargo, fue la fe de la mujer, y su confianza en que Jesús era poderoso para sanarla lo que permitió que el milagro se llevara a cabo.  De la misma forma, en nuestra vida hay ocasiones en las que las situaciones a nuestro alrededor parecen no tener esperanza, pero es allí donde podemos acercarnos a Jesús con fe, para recibir su ayuda en el momento propicio.

 

Para pensar:

 ¿En qué área de tu vida necesitas la ayuda de Jesús?

Puedes acercarte a él con confianza para recibir su ayuda y gracia en medio de tu necesidad.

 

 Oración:

Señor, muchas gracias por tu amor y por tu gran misericordia. Te pido que tu actúes en mida vida en los lugares donde parece no haber esperanza, y dame la fe para confiar en que tú puedes hacer cosas grandes y maravillosas por mí.

Amén