Devocional
Hechos 2:36-42
por Andrés Chinchín Talavera

 

“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38)

 

En esta pequeña porción de la escritura, vemos el poder de Dios a través de la predicación del Evangelio. El apóstol Pedro predica a aquellas personas que estaban en Jerusalén para la fiesta de pentecostés. No sabemos a ciencia cierta cuan elocuente fue el mensaje, pero sí podemos estar seguros de que la confesión del nombre de Jesucristo hizo que el mensaje llegara con poder, y así la gente creyera y recibiera la salvación.

 

Para pensar:

El Evangelio es el poder de Dios, y nunca sabemos las semillas que su predicación pura pueda plantar y el fruto que pueda dar.

 

Oración:

Señor, gracias por Jesucristo, tu hijo, y por el poder que existe en el mensaje del evangelio. Ayúdame a estar consciente de esta verdad para así ser tu testigo a los que no te conocen.

Amén