Devocional
Juan 13: 1-15
Por Andrés Chinchín

“Si no te lavo los pies, no tendrás parte conmigo” (Juan 13: 8).

En ocasiones podemos pensar que la vida cristiana es únicamente acerca de dar y servir a los demás. Sin embargo, Jesús nos enseña que la vida espiritual comienza con recibir, recibir la limpieza y el servicio que Dios nos ofrece a través de su hijo.

Pedro había experimentado la transfiguración de Jesús, había caminado sobre el agua y realizado milagros en su nombre, pero aun así necesitaba recibir la limpieza del siervo de Dios.

Para pensar:

Qué difícil puede ser recibir el amor de Dios. A menudo, el orgullo y la hipocresía en nuestro corazón nos lo impide. Puede que este haya sido el pecado de Judas Iscariote, la inhabilidad de recibir el lavamiento espiritual de Dios.

Dejemos que en este día Dios se acerque a nosotros y nos lave los pies, a través de su hijo Jesucristo y su santa iglesia.

Oración:

Padre celestial, perdona mi orgullo y mi hipocresía. Aquí estoy Señor, puedes lavarme los pies.

Amen