Devocional
Jonás 4: 1-11
por Andrés Chinchín
“Y de Nínive, una gran ciudad donde hay mas de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda y tanto ganado, ¿no habría yo de compadecerme?” (Jonás 4:11)
Es fácil quejarse de las cosas que suceden en esta vida y olvidar lo bueno que Dios ha sido con nosotros. Pese a la bondad que Dios le había mostrado al profeta Jonás, su corazón aún seguía amargado y resentido hacia las personas de Nínive y él deseaba su destrucción.
Para pensar:
Qué son las cosas que amargan tu corazón y no te permiten disfrutar de la bendición de Dios.
Oración:
Amado padre celestial. Tú eres bueno y lleno de misericordia. Purifica mi corazón y no permitas que se amargue o se corrompa por las mentiras del enemigo y la falta de perdón. Ayúdame a vivir una vida de agradecimiento, obediencia y servicio a ti.
Amén