Devocional
Juan 2: 23 al 3: 1-6
por Andrés Chinchín

 

“Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu” (Juan 3:6).

 

Si nosotros pudiéramos salvarnos a nosotros mismos, entonces nuestras obras serían las que nos llevarán al cielo. Nosotros seriamos los autores y creadores de nuestra propia fe. Sin embargo, nosotros estamos muertos en nuestros delitos y pecados, pero es la misericordia de Dios a través de su Santo Espíritu “que nos ha llamado por el Evangelio, nos ha iluminado con sus dones, nos ha santificado y nos ha guardado en la verdadera fe; así como Él llama, reúne, ilumina y santifica a toda la Iglesia cristiana en la tierra” (Luther, 2008/1986, p.17). Es así que siendo nacidos de nuevo podemos hacer las buenas obras, no para salvarnos, sino como muestra de que ya hemos sido salvos.

 

Para pensar:

 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie ase gloríe (Efesios 2:8-9).

 

Oración:

Señor, gracias porque tú eres el autor y creador de nuestra fe. Permite por favor que tu Espíritu fortalezca en mi la fe que has creado.

 

Amén

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Luther Small Catechism. (2008). Concordia. (Original work published, 1986)