Devocional
Jonás 3: 1-10
por Andrés Chinchín

 

“Y al ver Dios lo que hicieron, y que se habían apartado de su mal camino, también él se arrepintió de hacerles el daño que les había anunciado, y desistió de hacerlo” (Jonás 1:10).

 

La historia del profeta Jonás es un relato de la misericordia de Dios y de la redención del hombre. Dios redime al profeta, para así salvar a una nación que no le conocía ni tenía temor de él. De la misma forma, el Señor usa nuestras heridas y fracasos, para que seamos de testimonio a aquellos que no lo conocen, y de esa manera mostrarles su gracia y su amor.

 

Para pensar:

¿De dónde te ha sacado Dios? Tal vez el quiere usar esa experiencia para bendecir a aquellos que están a tu alrededor.

 

Oración:

Señor, gracias por tu misericordia en mí. Usa mi vida como testimonio y bendición para aquellos que están a mi alrededor.

Amén