Devocional
Filipenses 2: 1-11
por Andrés Chinchín
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Filipenses 2: 3-4)
En estos versículos, el apóstol Pablo nos recuerda el carácter de Jesús, quien siendo en forma de Dios se humilló y fue obediente al Padre hasta la muerte en la cruz; y nos exhorta a vivir de la misma forma, en humildad, respetando y honrando a nuestro prójimo, y velando por su bienestar.
De igual forma, el apóstol recapitula la exaltación y glorificación de Cristo, y así nos anima a ser obedientes a Dios.
Para pensar:
Jesucristo es nuestro ejemplo de sumisión, humillación, y exaltación.
Oración:
Señor gracias por tu humildad y obediencia. Enséñame, fórmame, y moldéame a tu imagen.
Amén.