Devocional
Hebreos 12:5-17
por Andrés Chinchín
“Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. Porque, ¿qué hijo hay a quien el padre no disciplina?” (Hebreos 10:18).
En estos versículos, el autor del libro de Hebreos nos lleva a meditar acerca de los momentos en los cuales los creyentes recibimos la disciplina de Dios. Él nos alienta a no desanimarnos ya que esta disciplina significa que Dios es en verdad nuestro padre, y nos está preparando para producir buen fruto en su nombre.
La disciplina de Dios forma parte de nuestro discipuládo y seguimiento de Jesús, pues hay muchas áreas en nuestra vida que deben ser santificadas, y el proceso puede ser un tanto incomodo, pero con grandes beneficios. Además, el haber pasado por este proceso nos permitirá animar a otros que crucen por situaciones similares.
Para pensar:
No nos desanimemos cuando el Señor nos discipline, pues no hay padre que no discipline al hijo que ama.
Oración:
Gracias Señor por tu amor y paciencia hacia nosotros. Ayúdanos a aceptar y someternos a tu disciplina, para así producir una cosecha de justicia y paz en el futuro.
Amén